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  • Lic. Dora de Restrepo

¿CÓMO CONTAR A NUESTRO HIJO QUE HEMOS DECIDIDO DIVORCIARNOS?

El divorcio de los padres es considerado uno de los causantes de estrés de mayor impacto en la vida emocional de un niño, pero el que sea vivido o no en forma traumática depende de cómo los adultos a su alrededor manejen la situación. El divorcio moviliza enormemente a la pareja, con frecuencia predominan emociones tales como desesperanza, tristeza, frustración, culpa, fracaso, decepción, miedo y resentimiento, facilitando sobrerreacciones, conductas desbordadas y hostiles que transforman el espacio familiar en un campo de batalla, donde el niño con frecuencia es quien pierde más. Luego de más de dos décadas apoyando a padres en esta difícil coyuntura en sus vidas, me atrevo a afirmar: el divorcio tiende a sacar lo peor de cada uno en la pareja. Hay que cuidarse de esta nociva tendencia, conociéndola y esforzándose por recordar las razones por las que cada uno eligió al otro como padre o madre de su hijo. Son estas razones, junto a una actitud positiva y favorable a los acuerdos, las que les permitirán tomar las decisiones acertadas y elegir formas asertivas de comunicarse y comportarse y, con ello, ayudar a los sus hijos a elaborar satisfactoriamente el divorcio de ustedes. Desde esta posición madura y respetuosa se recomienda: • Una vez tomada la decisión comuníquenla al niño, describiendo la nueva situación familiar, explicándole que papá y mamá decidieron vivir separados pues ya no desean seguir como esposos, pero que siempre seguirán siendo su papá y su mamá, que aunque alguno de los dos vivirá ahora en otra casa (en donde debe haber un espacio para el niño), siempre se verán y saldrán de paseo.

• Ante inquietudes del niño sobre la separación es necesario ser francos, no alarmarse y contestar con naturalidad, procurando dar explicaciones generales y neutrales, evitando acusar o culpabilizar al otro, y mucho menos al niño.

• Expliquen al niño que ustedes se separan, pero que siguen estando presentes para él cada vez que los necesite. El niño debe poder comunicarse con el padre que no vive en casa telefónicamente cada vez que lo desee.

• Establezcan y anuncien al niño una hora determinada al día en que recibirá una llamada del progenitor que no vive con él, por ejemplo a la hora de dormir.

• Lleguen a acuerdos con respecto a las salidas de fin de semana, celebración de fechas importantes y vacaciones.

• Eviten descalificaciones mutuas entre ustedes. Recuerden que el niño necesita desarrollar e incorporar una imagen positiva de papá y de mamá, cualquiera sean los sentimientos que cada uno experimente en cualquier momento dado.

• El niño nunca debe ser utilizado como un medio para obtener información “espía” sobre lo que hace o deja de hacer cada uno, ni debe ser “mensajero” entre ustedes.

• Es importante mantener al niño al margen de las relaciones de pareja que cada uno de ustedes decida establecer, por lo menos hasta que estén seguros de que es una relación estable.

• Eviten discusiones personales o telefónicas frente a los niños. Ellos necesitan acuerdo y respeto entre ustedes para sentirse seguros. En caso contrario experimentan confusión y ansiedad.

• Es deseable que los niños tengan un espacio en casa, preferiblemente en su cuarto, donde puedan tener fotos u objetos relacionados con el progenitor que no vive con ellos. Dada la importancia que tiene esta nueva situación familiar para el presente y futuro emocional de su hijo es muy importante que se creen espacios en los que el niño pueda plantear dudas y expresar sus sentimientos sin censura, además de estar especialmente alertas ante cualquier cambio de conducta y/o ánimo, alteración de los patrones de sueño y/o de alimentación, así como excesivo silencio o evitar el tema por parte de su hijo. En esos casos busca oportunamente orientación psicológica especializada.

Proporcionado por la autora, originalmente publicado en revista Estética y Salud

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Proporcionado por la autora, originalmente publicado en revista Estética y Salud

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