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  • Foto del escritorLic. Dariana González

¿A qué colegio debe ir mi hijo con TDAH?


Muchos padres se hacen esta pregunta ¿Hay colegios para niños con TDAH o pueden los niños con TDAH ir a colegios normales? La verdad es que los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) suelen tener problemas de comportamiento y dificultades de aprendizaje. Ambos son igual de importantes y condicionan la evolución del trastorno. La intensidad de la hiperactividad, de la impulsividad y de la falta de atención, condicionarán el comportamiento del niño dentro del aula y su relación con sus profesores y sus compañeros. Durante los primeros años de vida los problemas de conducta es lo que más preocupa a los padres. Posteriormente los problemas de aprendizaje suelen ir ganando protagonismo y acaban siendo lo más importante para el niño y la familia. A veces, cuando el síntoma que predomina es el déficit de atención el diagnóstico se retrasa considerablemente.


¿Se portarán mal dentro del aula, en el recreo, en el comedor o en las actividades extraescolares? ¿Serán capaces de seguir el ritmo de aprendizaje de sus compañeros? ¿Entenderán los profesores sus características y peculiaridades? ¿Recibirán apoyo y comprensión o por el contrario serán castigados en exceso o ignorados? ¿Cumplirá el centro educativo las expectativas de la familia y del niño?


En definitiva la elección del centro educativo para estos niños es de gran importancia y genera muchas dudas e incertidumbres a la familia.


¿Existen colegios para niños con TDAH?


Sí, pero son escasos y no van a estar disponibles para la mayoría de los niños que padecen el trastorno. Estos colegios tienen un departamento especializado que facilita la integración y la formación del alumno con TDAH a través de programas específicos. En ellos la atención suele ser individualizada y flexible adaptándose a las necesidades de cada niño.


¿Cuáles son las características ideales del colegio para los niños con TDAH?

  • Que el niño pueda recibir una educación lo más personalizada e integradora posible en su centro educativo más cercano.

  • Que el número de niños por aula no sea demasiado elevado.

  • Que el profesorado conozca el trastorno le ayudará a ser más flexible y poder adaptarse a las necesidades del alumno con TDAH. La formación sobre aspectos básicos del TDAH es necesaria para el colectivo docente. Cuanto más sepan más podrán ayudar.

  • La escuela es un lugar de aprendizaje académico y social. Es importante que el niño se encuentre cómodo en su centro educativo y que tenga un grupo de amigos con los que pueda compartir juegos, aficiones y actividades extraescolares.

  • Se debe facilitar que el niño tenga compañeros cercanos dentro de aula y poder contactar con ellos cuando se tengan dudas o al niño se le haya olvidado anotar las tareas en la agenda escolar.

  • Buscar un entorno escolar que sea motivador y que busque las fortalezas del alumno. Siempre habrá alguna faceta en la que destaque.

  • El profesorado debería ser cercano tanto al niño como a la familia y estar dispuesto a colaborar si se le solicita un informe sobre su rendimiento y comportamiento o que rellene algún cuestionario si lo pide su pediatra o médico de forma adecuada (por escrito).

  • Que el centro disponga de un Equipo de Orientación Psicopedagógica (educación infantil y primaria) o un Departamento de Orientación (educación secundaria) que pueda valorar a los niños con dificultades académicas o de comportamiento detectadas por el profesorado o por la familia. Éste emitirá un informe de evaluación psicopedagógica del que pueden derivar recomendaciones sobre intervenciones dentro del aula y si el alumno necesita apoyo educativo. También puede elaborar un Dictamen de Escolarización cuya finalidad es determinar la modalidad de escolarización que se considera más adecuada y si es necesaria una adaptación curricular.

  • Respecto a las actividades extraescolares se debería tener en cuenta los gustos del niño buscando alguna que le resulte placentera y motivadora.


Recomendaciones sobre la relación entre los padres de niños con TDAH y sus profesores:

  • Procurar que la relación sea lo más cordial posible.

  • Mostrarse comprensivo y colaborador con el profesor.

  • Tratar de evitar los enfrentamientos. Culpar al profesor no suele servir para arreglar la situación. Las reuniones con el profesor no se deben convertir en una discusión con reproches por ambas partes, hay que pensar en el bien del niño. Buscar los aspectos positivos.

  • Al empezar el curso, informar detalladamente de las características del niño.

  • Si se dispone de algún informe del pediatra o del especialista se debe facilitar al profesor.

  • Pedir citas o tutorías regularmente para estar informados sobre la evolución del niño. Hay que anticiparse, no esperar a que llamen cuando las cosas van mal.

  • Si el profesor se muestra receptivo y tiene interés, explicarle en qué consiste el TDAH. También se le puede ofrecer información por escrito o alguna página web que sea fiable y desmonte la mayoría de los mitos y falsas creencias sobre el trastorno, como TDAH y Tú o Las Vidas de Mario.

  • Pedirle consejo sobre aspectos que se deben reforzar y trabajar en casa.

  • Solicitarle si es posible que ponga en marcha algunas medidas básicas que pueden mejorar el rendimiento del niño como sentarlo alejado de puertas y ventanas, lo más cerca posible del profesor; transmitirle instrucciones directas, breves y sencillas; darle tiempo extra para completar un trabajo o un examen cuando sea posible; supervisarle la agenda escolar.

  • Cuando el alumno tiene muchos profesores pedirle al tutor que medie con los otros profesores a los que se conoce menos o es más difícil acceder. Es importante tener en cuenta que a lo largo de su vida académica el niño tendrá muchos profesores. Unos serán más comprensivos y empáticos que otros. Por otro lado hay que entender que los profesores también tienen presiones de todo tipo. Hay que ser pacientes y no desanimarse.

Tomado de: tdahytu.es


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